ANÁLISIS DE UN ANUNCIO
El sexismo en los juguetes
A pesar de que los tiempos han cambiado y las mujeres cada vez están menos encasilladas en el papel de amas de casa, los juguetes siguen, en su mayoría, reflejando valores sexistas
Cambiamos la forma muchas veces, pero no el fondo; el continente, pero no el contenido. Y luego se nos llena la boca enorgulleciéndonos de la “falsa igualdad” que hemos conseguido, nos hacemos cruces al ver y leer sobre las nada igualitarias relaciones de nuestra gente joven, y clamamos contra la llamada “violencia de género”, tal vez porque sea lo políticamente correcto
He elegido un anuncio de juguetes:
.
Para empezar, quiero comentar la foto escogida para iniciar
la entrada. En ella, aparece una niña con una Barbie, y un niño con un coche,
pero el lema es sonrojante: "Ahora yo era una Barbie y tú un campeón de
Hot Wheels. ¿Vale?". Así, sin comas. Se supone que lo dice la niña de la
fotografía, es ya un lenguaje sexista, nos dice claramente que se espera de
cada uno de ellos en el futuro, es decir, a esa niña todo le indica que se
espera de ella que quiera ser una Barbie y de él que sea todo un campeón.
Aunque aparecen un niño y una niña, está muy claro que los
roles asignados para jugar con los coches es el masculino y con la muñeca es el
femenino, además se asocian claramente los estereotipos de fuerte, campeón con el
trofeo y ella es dulce y frágil como un hada, asociándolo con las alas de una
mariposa y por supuesto con la corona de reina.
Encontramos los colores rosas o de colores pastel con los
juguetes supuestos “para niñas”, y los azules o en tonos más fuertes de
“niños”. Y normalmente las voces en off de los anuncios as voces en off son de niñas, con
ese aire cursi, mientras que en los de niños la voz suele ser la de un hombre
adulto, vendiendo el estereotipo de acción, de velocidad, con un lenguaje más
agresivo.
En
general,a presencia de los niños en las fotografías es bastante mayor que la de
las niñas; invisibilizándolas así desde las más tempranas edades, dejándolas
sin referencias de sus iguales. Los juegos cierto es que ofrecen experiencias
ficticias; pero los sentimientos y vivencias que generan son reales.
No se trata de que las niñas jueguen a
coches y los niños a muñecas; de lo que se trata es de superar la dualidad
tradicional y de permitir el uso de todo por ambos sexos indistintamente sin
que acabemos en el típico: “esto es de chicos” y “esto es de chicas” y
finalmente en el: “es que los niños son así y las niñas asá” , “ es normal” y
el “siempre ha sido así”.
Las muñecas y sus accesorios se ofrecen
solo en aquellos presentados por niñas. Y los coches en miniatura, la
representación de armas y cromos aparecen de forma mayoritaria en los
masculinos.
las palabras más utilizadas en los
anuncios en los que solo salen niñas son “llorar”, “crecer”, “descubrir” o
“pelo” . “Más allá de la literalidad de las palabras, éstas se relacionan con
la esfera privada y las emociones”, se explica. También priman los tono pastel
y los rosa en el paisaje de los anuncios.
No son solo los anuncios los que incitan a los
comportamientos sexistas. Los propios juguetes en su gran mayoría son válidos
tanto para niñas como para niños, pero los roles están también en nuestros
hábitos. La forma de jugar con ellos es la que establece su valor igualitario.
El problema está en la educación, decimos. Y yo pregunto:
¿Quién educa? ¿Quién es responsable de esa educación? ¿Quién transmite los
valores, actitudes, roles y estereotipos? ¿Es la escuela únicamente la
culpable?
Con todo, queramos o no, consciente o inconscientemente:
EDUCAMOS.
“Se educa con lo que se hace y no con lo que se dice” nos
dice una frase popular; “El mundo cambia con tu ejemplo, no con tu opinión”
otra.
Nuestras niñas y niños, la juventud del mañana y las
personas adultas del futuro aprenden jugando; y jugando según con qué juguetes
y según a qué juegos hacemos que se dé una perpetuación de valores y actitudes
sexistas anteriores.
Niños y niñas deben compartir juegos y roles desde pequeños
para cambiar las pautas sociales a las que estamos acostumbrados y tener así
una visión equitativa de los roles sexistas ya desde temprana edad. Por tanto,
los padres son una figura principal en la elección de juguetes para los niños.
Los niños no nacen gustándoles el color azul, ni las niñas el color rosa, son
roles que se imponen desde temprana edad sin apenas darnos cuenta. Lo mismo
ocurre con el balón o con la Barbie.
Por tanto, ¿Cómo queremos lograr una sociedad basada en una
igualdad de sexos si nosotros mismos somos los que transmitimos estos roles
sexistas a los niños? Porque es muy fácil culpar a la publicidad de que es ella
quien transmite estos valores. Pero alto, que los niños no pueden decidir, pero
los padres sí. Son los padres quienes no tienen que dotar al niño o niña del color
azul o el rosa, del camión o la plancha, del balón o la Barbie. Hay que
"poner" todos los juguetes delante del niño y que sea él quine elija,
sin imponer nada.
En la educación está la clave para una sociedad en igualdad
de sexos, y tenemos todas las herramientas en nuestra mano para lograrla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario